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OPINIÓN / Cuentos Políticos: ¡Ahora o Nunca!

New York Daily News
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A Ricardo Rocha, una poderosa voz que extrañaremos

En las elecciones del domingo pasado padecimos una vertiginosa involución propia de los años cuando la dictadura perfecta lucía a su máximo esplendor. Volvió a triunfar la corrupción desde que se dispuso de los ahorros de la nación para lucrar con las carencias materiales de los marginados al comprar su voluntad electoral con arreglo a despiadados chantajes, en lugar de garantizar la salud, la seguridad, la educación, el empleo y la inversión en obras viables de infraestructura. El presupuesto federal no debe utilizarse para destruir perversamente nuestra democracia al apoyar la estancia en el poder de supuestos bienhechores que deberían ser identificados como unos de los más feroces enemigos de la patria en los tiempos modernos.

Cuando creíamos haber superado las elecciones de Estado, resurgió el objetivo anacrónico del “carro completo” y reaparecieron los “mapaches” encargados de cometer fraudes electorales al comprar votos mediante el pago de 300 pesos o bien, causando desórdenes o facilitando el voto de los muertos. Anteayer nos cansamos de ver videos de “mapaches” morenistas, sobornando con nuestros impuestos a las personas humildes postradas en su mayoría en la pobreza.

Si no existen las culpas absolutas, ¿dónde termina la responsabilidad política de AMLO y comienza la de los abstencionistas y la de quienes eligieron a Gómez de lamentables antecedentes profesionales y éticos?

¿El electorado sabía que la candidata Gómez se atrevió a retener ilícitamente el 10% del salario a cientos de trabajadores públicos en Texcoco y que a Auditoría de la Federación, publicó un informe en donde encontró supuestas irregularidades por 830 millones de pesos durante la catastrófica gestión de Gómez en la la SEP? Si los mexiquenses conocían los hechos y, aún así, votaron a favor de ella malo, malísimo; ahora bien, si ignoraban lo ocurrido y se abstuvieron de participar en los comicios, malo, malísimo, porque la abstención no hizo sino facilitar el acceso al frente del Poder Ejecutivo local a quien, además, colaboró en la cancelación de las estancias infantiles y en las escuelas de tiempo completo con inmensos daños sociales y económicos. ¿Cómo entender que el 52% del electorado se abstuvo de concurrir a las urnas, el 69% no presenció el primer debate televisado y el 60% ya había decidido por quien votaría, sucediera lo que sucediera, cuando el futuro de su entidad estaba en juego?

Entre los ganadores del domingo destaca AMLO y su organización política, Gómez, la gobernadora electa, el “ciudadano” del Mazo, cuya felonía incalificable ira a dar con su apellido, como el de otros tantos ex gobernadores, al basurero de la historia. Triunfó el INE, sí, pero también la ignorancia y la apatía, todo un conjunto amenazante de cara a las elecciones federales del año próximo. López Obrador estará deseando que, a partir de hoy, el PAN rompa con el PRI, un muy mal aliado que se precipita en caída libre, porque así los restos de los priístas podrían aliarse en el ’24 con los morenistas para que éstos vuelvan a contar con la mayoría calificada en el congreso y puedan proseguir con la destrucción del país. ¿El PAN se aliará a su vez con el MC, un partido proteico que en la última semana de campaña lastimó a la alianza al acusar al PRI? ¿AMLO logrará inutilizar al INE reduciendo drásticamente su presupuesto?

AMLO, debe festejar a carcajadas el caos en los partidos de oposición, así como la ausencia de un caudillo que imponga, sin mezquindades, a un poderoso candidato de unidad en dicha hoguera de vanidades. Sabe que las instituciones no pueden someterlo al poder de la ley, por lo que él y los suyos, continuarán impunemente con los actos anticipados de campaña, promoviendo una crisis constitucional, un río revuelto que le reportará enormes beneficios políticos.

El ’24 no se ve fácil porque MORENA ya controla 23 estados del país, es decir, el 71% de la población nacional, cuando en el 2018 no gobernaba en ninguna entidad.

A la sociedad mexicana le corresponde reconocer el inminente peligro de una nueva devastación, por lo que debemos presionar a partidos políticos, a las cámaras empresariales y a los sindicatos para organizar el rescate de la República, del congreso, de nuestra democracia y de nuestro porvenir. Es ahora o nunca.

Francisco Martín Moreno es escritor y periodista mexicano que se ha especializado con maestría en la novela histórica. Puedes seguirlo en @fmartinmoreno